dreamlike vision

Cuentos capturados

View

Mystical Eyes of the Celestial Butterfly

por Bill Tiepelman

Ojos místicos de la mariposa celestial

La noche estaba cargada con el aroma del jazmín en flor, el tipo de fragancia que se adhiere al alma y la invita a vagar. Selene caminaba por el bosque, su linterna arrojaba destellos de luz dorada sobre los árboles antiguos que la rodeaban. Había oído los rumores, susurros transmitidos por labios borrachos en tabernas oscuras. En algún lugar profundo de este bosque olvidado vivía una criatura de belleza imposible, un ser que caminaba en la línea entre lo mortal y lo divino. Lo llamaban la Mariposa Celestial. Selene no creía en los cuentos de hadas. Al principio no. Su vida había estado marcada por la practicidad, las duras condiciones de la supervivencia y la fría certeza de la pérdida. Pero algo había cambiado la noche en que soñó por primera vez con la mariposa. En su sueño, se le había aparecido con alas como pétalos de flores pintados con la luz de las estrellas, sus luminosos ojos verdes la habían atrapado en el lugar. Cuando despertó, no pudo quitarse de encima la sensación de que la criatura no era simplemente un producto de su imaginación. Era una llamada. El bosque se oscurecía a medida que avanzaba, la llama de la linterna apenas alcanzaba para mantener a raya las sombras. No había ningún camino que seguir, solo el instinto y un leve zumbido en el aire que parecía guiarla. El sonido no era natural, era demasiado delicado, demasiado deliberado. Vibraba justo por debajo de su conciencia, arrastrándola hacia las profundidades del bosque como una mano invisible. Pasaron horas. O tal vez minutos. El tiempo parecía extraño allí, tenso y maleable. Cuando Selene finalmente tropezó en el claro, jadeó, agarrando la linterna como si pudiera protegerla de lo que veía frente a ella. El guardián revelado La mariposa no era una criatura sujeta a las leyes de la naturaleza. Era una amalgama de todo lo bello y terrible del mundo, sus enormes alas brillaban con colores que parecían cambiar con cada respiración que tomaba Selene. Joyas (no, no joyas, sino algo más vivo) adornaban sus alas, refractando la luz en arcoíris en cascada que danzaban por el claro. El cuerpo de la criatura era delicado, casi esquelético, pero sus ojos ardían con un brillo que dejó a Selene clavada en el lugar. —Has venido —dijo la mariposa, aunque su boca no se movió. La voz resonó en la mente de Selene, rica y resonante, cargada de siglos de conocimiento y dolor—. ¿Por qué? Abrió la boca para responder, pero no emitió ningún sonido. De pronto, la razón por la que buscaba a la criatura le pareció pequeña, insignificante. ¿Qué podía decir? ¿Que buscaba un significado? ¿Algún tipo de seguridad de que su vida no se había reducido a una serie de noches vacías y días vacíos? ¿Que anhelaba algo, cualquier cosa, que la hiciera volver a creer en lo maravilloso? La mariposa inclinó la cabeza y su mirada se suavizó. —Llevas el peso de una pregunta que aún no te has atrevido a hacer —dijo—. Pero ten cuidado. Las respuestas rara vez son tan reconfortantes como las preguntas que las generan. Un vistazo a la eternidad Antes de que Selene pudiera responder, la mariposa desplegó sus alas y el mundo cambió. El espacio que la rodeaba se disolvió y fue reemplazado por un caleidoscopio de colores y formas cambiantes. Era como si estuviera cayendo a través del tejido de la realidad misma, cada capa se despegaba para revelar otra debajo. Vio destellos de cosas que no podía entender: vastos océanos relucientes con estrellas, ciudades construidas con luz y sombra, y rostros, tantos rostros, cada uno marcado por la alegría, la tristeza o el anhelo. En medio de todo eso, se vio a sí misma. No como era, sino como podría ser. Más fuerte. Más valiente. Completa. Pero la visión fue fugaz y, cuando se desvaneció, le quedó un dolor en el pecho que no podía explicar. La voz de la mariposa volvió, más suave ahora, casi tierna. —¿Lo ves? La verdad del mundo no es una sola historia sino muchas, entrelazadas de maneras que desafían la comprensión. Comprenderla por completo es correr el riesgo de desentrañarte a ti mismo. ¿Aún deseas saberlo? Selene dudó. La enormidad de lo que había visto amenazaba con aplastarla, pero había una parte de ella, pequeña, desafiante, que ardía de curiosidad. —Sí —susurró, con voz temblorosa pero firme—. Quiero saberlo. El precio de saber La mariposa la miró durante un largo momento antes de asentir. —Muy bien. Pero el conocimiento tiene un precio y debes estar dispuesta a pagarlo. —¿Cuál es el precio? —preguntó Selene, aunque una parte de ella ya sabía la respuesta. —Tu certeza —respondió la mariposa—. Una vez que veas el mundo como realmente es, nunca más encontrarás consuelo en la simplicidad. Cada decisión, cada elección, llevará el peso de infinitas posibilidades. ¿Estás preparada para eso? El corazón de Selene latía con fuerza en su pecho. La vida que había conocido, tan mundana y predecible como era, de repente se sintió como una prisión. Si el precio de la libertad era la incertidumbre, lo pagaría con gusto. “Lo haré”, dijo. Las alas de la mariposa comenzaron a brillar y Selene sintió un calor que se extendía por su cuerpo, comenzando por su pecho y extendiéndose hacia afuera. No era doloroso, pero sí intenso, una sensación que la dejó sin aliento y temblando. Cuando terminó, la mariposa se había ido y Selene se quedó sola en el claro. Secuelas El bosque estaba en silencio mientras ella regresaba, pero el mundo a su alrededor se sentía diferente, más brillante, más vivo. Los colores parecían más ricos, los sonidos más vibrantes. Y aunque no podía explicarlo, se sentía más liviana, como si una carga invisible se hubiera quitado de sus hombros. En los días siguientes, Selene se sintió atraída por los detalles más pequeños: la forma en que la luz del sol se filtraba a través de los árboles, las delicadas venas de los pétalos de una flor, la risa de los extraños que pasaban por allí. No tenía todas las respuestas (tal vez nunca las tendría), pero tenía algo mejor: la capacidad de asombro. Y en los momentos de tranquilidad, cuando el mundo se quedaba en silencio, podía sentir la mirada de la mariposa sobre ella, un recordatorio de que los límites de la realidad eran mucho más frágiles de lo que jamás había imaginado. Explora la mercancía de 'Ojos místicos de la mariposa celestial' Sumérjase aún más en el encantador mundo de la Mariposa Celestial con nuestra exclusiva gama de productos, cada uno con la fascinante obra de arte de Bill y Linda Tiepelman. 1. Tapiz Adorne su sala de estar con este tapiz vibrante que muestra los detalles intrincados y los colores vivos de la mariposa celestial. Perfecto para agregar un toque de fantasía a cualquier habitación. 2. Impresión en lienzo Mejore su colección de arte con una impresión en lienzo de alta calidad que captura la belleza etérea de los ojos místicos de la mariposa, aportando profundidad e intriga a su decoración. 3. Rompecabezas Ponte a prueba con un cautivador rompecabezas con la Mariposa Celestial, que ofrece horas de entretenimiento y una imagen impresionante al finalizarlo. 4. Cuaderno espiral Guarda tus pensamientos y sueños en un cuaderno en espiral bellamente diseñado , adornado con ilustraciones encantadoras, que inspiran creatividad con cada uso. Descubra esto y mucho más en nuestra tienda en línea y deje que los Ojos Místicos de la Mariposa Celestial traigan un toque de magia a su vida cotidiana.

Seguir leyendo

Explore nuestros blogs, noticias y preguntas frecuentes

¿Sigues buscando algo?