Jaque mate en el país de las maravillas Póster
En el corazón del País de las Maravillas se estaba desarrollando una curiosa partida de ajedrez. El gran salón, con su suelo de mármol a cuadros, sirvió como escenario apropiado para una batalla de ingenio entre los habitantes más enigmáticos del reino. Alice, serena y pensativa, estaba sentada frente a su oponente, el gato de Cheshire, cuya sonrisa brillaba con un brillo travieso. El tablero de ajedrez entre ellos no era cualquiera; era un reflejo en miniatura del propio País de las Maravillas, con piezas talladas a semejanza de sus diversos habitantes.
El juego había comenzado como lo hacen la mayoría de las cosas en el País de las Maravillas: de forma bastante inesperada. Alice había estado deambulando por el bosque cuando se topó con el Gato de Cheshire, posado con una peculiar mirada de concentración. "¿Te apetece un juego?" Ronroneó, señalando el tablero de ajedrez. Alice, que nunca rehuía un desafío, aceptó asintiendo y así comenzó el juego. Cada movimiento era una danza de intelecto e ilusión.
A medida que avanzaba el juego, el desconcierto inicial de Alice se transformó en determinación. El Gato de Cheshire tocó sus piezas con floritura, su cola se balanceaba rítmicamente como si dirigiera la extraña sinfonía del juego. Sin embargo, Alicia no era ajena a las peculiares costumbres del País de las Maravillas. Movió sus piezas con cuidado, contrarrestando el estilo impredecible del gato con su propia mezcla de lógica e imaginación. Las criaturas del bosque se reunieron, susurrando entre ellas, formando una audiencia de lo más inusual.
Se acercaba el final y la tensión flotaba en el aire como una espesa niebla. Con un barrido estratégico, la reina de Alicia se movió con gracia por todo el tablero, arrinconando al rey del Gato de Cheshire. "Jaque mate", declaró con una suave sonrisa. Los ojos del Gato de Cheshire se abrieron con sorpresa y luego, como si nada extraordinario hubiera sucedido, su infame sonrisa regresó. "Bien jugado, querida niña. Bien jugado, en verdad", se rió entre dientes, desapareciendo en la nada, dejando atrás solo su sonrisa y el eco de su voz.
Papel listo para exposición. Este póster horizontal mate de primera calidad está fabricado con papel de calidad museística (papel artístico de 175 g/m2) y es el medio perfecto para convertir cualquier obra de arte digital en la vida real como una decoración impresionante. Disponible en varios tamaños, cada póster se imprime con tintas de archivo pigmentadas de primer nivel para obtener excelentes resultados de impresión.
.: Papel artístico de 175 g/m²
.: Acabado mate
.: Múltiples tamaños
.: Para uso en interiores
.: ¡Nota! Debido al proceso de producción de estos carteles, permita ligeras desviaciones de tamaño con una tolerancia de +/- 1/16".
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